8/09/2006

"Las Tierras Grises" 5 de 6 (para completar el 1º capitulo)

Ya me he comprado a la diablesa del Disgaia (Etna)... y a la Asuka lolita gotica... y el pack de 7 gasapones de Onegai Twins!!! (Y el de videocomics me ha regalado otros 3 gasapones de chicas Gainax... entre ellos el de la guitarrista motera de Furi Kuri y la de Gun Buster II :P) Toy feliiiiiiz (que mona es Etna!!!)

Y en otro orden de cosas, a ver si entre hoy y mañana puedo terminar el 1º Capitulo de la historia, que ya tengo ganas de que haya algo de acción...


Cuando sonó el tercer tono parecian haber pasado varias horas, y los nervios iniciales de Arturo se habian convertido en angustia. De repente una voz ya familiar le habló desde el auricular del movil:

-Hola, soy Sonia... -El corazón le dejo de palpitar a ritmo de Ska. Ella estaba bien. Que estupido habia sido al imaginar lo peor tan pronto...- En estos momentos me temo que no puedo atenderte como es debido, por favor deja tu mensaje y te llamaré cuando pueda... Biiip.
El contestador... maldita sea. Habia cantado victoria antes de tiempo. Por lo visto Sonia era de esas personas a las que les hacia ilusión grabar sus propios mensajes... Deberia haberlo supuesto: encajaba perfectamente con su personalidad ("¿Como sabes tanto de su personalidad?", "¿Acaso no la acabas de conocer"?). Sin hacer caso a las insidiosas voces de su cabeza se levantó de la cama y se vistió a toda prisa. Tenia que averiguar lo que le habia sucedido, y para eso solo podia hacer una cosa. Pero cuando estaba a punto de salir por la puerta se le ocurrió que si que habia algo más que podia hacer y volvió a su habitación.
A los cinco minutos salió a toda prisa de su casa sin acordarse de cerrar la puerta con llave. Claro que, teniendo en cuenta como fueron las cosas después, eso tampoco tuvo mucha importancia.
Una vez en la calle se le planteó la duda de si ir a pie o coger el autobús: por un lado Sonia vivia bastante lejos y tardaria mucho más andando, pero era domingo, y nunca se podia confiar en la fiabilidad del autobus urbano en domingo. Finalmente decidió que si hubiese habido algo que el pudiese hacer, habria sido la noche anterior, y no a estas alturas, asi que se resignó a esperar al 39 en la parada que habia frente a su casa.
El autobus, casi decrepito de tan antiguo como era, y de un color rojo desvaido por los años de uso continuo, tardó unos cinco minutos en llegar. Durante esos minutos se entretuvo observando el escaso caudal de gente que paseaba por la calle en aquel caluroso dia de agosto.
Salvo una pareja de turistas ingleses y un hombre de mediana edad vestido con traje negro y gafas de sol el resto eran vecinos del barrio, demasiado pobres para pagarse unas buenas vacaciones, a los que Arturo estaba acostumbrado a ver a diario. Su atención se concentró en el hombre de negro, ya que no era normal ir tan abrigado en aquella epoca del año, y más en Zaragoza, donde solo existian dos estaciones: Verano Sahariano e Invierno Siberiano. Parecia un hombre de negocios tipico, con su telefono movil siempre a mano y su expresión de vago desdén por el resto de la humanidad.
Cuando finalmente llegó el autobus se olvidó completamente del empresario, y durante el trayecto, que duró aproximadamente diez minutos gracias al escaso trafico se concentró en evitar pensar en lo que podia haberle sucedido a Sonia, y en llamar una y otra vez a su numero de movil, .
Fué corriendo desde la parada hasta el portal de la casa, que se veia aún peor que en la pantalla del televisor: La fachada, o lo que quedaba de ella estaba cubierta de hollín y parecia a punto de caer, un enorme socavón interrumpia la calzada en el punto en el que habia estallado la bomba, la gente se agolpaba en torno al cordón policial a la espera de que les permitieran entrar para recoger sus enseres, aunque parecia que esto tardaria en suceder y varios equipos de periodistas atosigaban a victimas y policias por igual buscando carnaza para los informativos. Arturo se acercó, casi sin aliento, al cordón policial, esperando que nadie se fijase en el para poder colarse en el edificio, pero un policia de complexión robusta que en esos momentos estaba manteniendo alejada a la prensa le vió y le informó, no muy amablemente, de que el cordón policial implicaba que los civiles no podian entrar en esa zona.
Frustrado por su fracaso y sin saber que hacer ahora, Arturo se alejó de la multitud intentando dar con alguna manera de colarse en el edificio. Entonces fué cuando vió a la reportera rubia que habia dado la noticia por televisión. Estaba sola, sin ningún equipo de grabación, se habia cambiado de ropa.-ahora llevaba vaqueros y un top negro, bastante más discretos.- y caminaba distraidamente hacia un callejón perpendicular al edificio, lo que resultaba en extremo sospechoso.
Miró a ambos lados de la calle, por si hubiese alguién mirando hacia donde estaba, y, viendo que no era asi, siguió los pasos de la periodista por el estrecho callejón. La alcanzó cuando comenzaba a subir el primer tramo de las escaleras de emergencia del edificio, y sin mediar palabra comenzó la escalada él también. La chica habia llegado ya al primer rellano cuando escuchó el ruido metalico de las pisadas de Arturo y se giró con expresión asustada, creyendo sin duda que la habian pillado con las manos en la masa. Al darse cuenta de que quien la seguia no era un policia su mirada pasó de asustadiza a irritada en solo una fracción de segundo.

-¿Se puede saber que haces tu aqui?.-Le increpó.

-Colarme en el edificio, igual que tu.-Contestó Arturo, bastante mosqueado por el tono de la reportera.

-Mira, no tengo tiempo ni paciencia para encargarme de un niñato preocupado por sus juguetitos que ha decidido que no puede esperar a que la poli declare el edificio seguro para entrar...

Arturo hizo caso omiso de las palabras de Sara y continuó subiendo hasta situarse a su misma altura.

-No es mi casa.-Contestó secamente.

Ahora se encontraban frente a frente, y Arturo pudo comprobar que la impresión que le habia causado la periodista en pantalla concordaba con la realidad: Debia medir metro sesenta como maximo. Sus miradas se encontraron, y la expresión en la cara de Sara volvió a cambiar, esta vez de la irritación a la sorpresa:

-¿Arthus?... ¿De verdad eres tú?

Ahora el sorprendido era él. Aunque el nombre no era exacto, se asemejaba demasiado para ser casualidad. Y habia algo más: En lo más profundo de su ser sentia que el nombre era correcto, que era el nombre que le habian dado al nacer. Por absurdo que sonase sentia que ese era su verdadero nombre.

-Casi... me llamo Arturo... pero, ¿es que me conoces de algo?

-¡Claro!... Espera, ¿Tú aún no me recuerdas?

Con todos los extraños sucesos que habian sucedido de un tiempo a esta parte, a Arturo no le sorprendió tanto como debiera esa pregunta:

-Me temo que no... ¿de que deberia recordarte?

-Ahora no hay tiempo para explicaciones... sigueme, ¡Y rapido!

Tras decir esto, comenzó a subir corriendo el siguiente tramo de escaleras. Arturo se quedó mirando como ascendia, completamente confundido, hasta que finalmente reaccionó y comenzó a subir el también.
Se detuvieron en el rellano del septimo piso, que como todos los demas tenia las ventanas rotas por la explosión, por lo que les resultó muy sencillo colarse dentro.
La sala en la que entraron era bastante amplia, y estaba muy bien amueblada, una enorme mesa de madera ocupaba el lugar de honor, dos sofás bastante elegantes estaban situados al fondo, y un gigantesco mueble con un hueco en el centro para dar cabida a un televisor de tamaño medio en el otro extremo. Habia una puerta orientada al norte y otra al sur. Por lo que se podia ver desde donde estaban la primera daba al recibidor y la segunda a un pasillo por el que, con toda seguridad, se accederia a las habitaciones de los ocupantes del piso. En los estantes de la habitación se podian ver varias docenas de fotografias enmarcadas, casi todas aparecian descolocadas o caidas y muchos de los cristales protectores se habian roto, seguramente debido a la explosión, la mayoria de ellas mostraban a una chica de melena pelirroja en diversas etapas de su vida, y unas pocas estaban dedicadas a los que Arturo supuso que serian sus padres: una pareja de mediana edad de aspecto bastante afable. Él estaba perdiendo paulatinamente la batalla contra la alopecia, y una prominente barriga comenzaba a despuntar, pero aún no peinaba canas. Ella se parecia mucho a su hija, aunque llevaba el pelo corto, a lo chico y varias arrugas se perfilaban en la comisura de su boca y ojos.
Asi pués su intuición habia sido correcta: La periodista se habia metido directamente en el piso de Sonia. No sabia muy bien de donde habia provenido esa certeza, pero dado que en los ultimos dias su intuición habia resultado mucho más fiable que la logica le habia parecido correcto hacerle caso sin preguntarse que estaba sucediendo exactamente. Ya habria tiempo para eso después ("¿Después de que?"). Pero lo que no podia posponer por más tiempo era el interrogar a la periodista el motivo por el que parecia conocerle:

-¿Tienes tiempo ahora para decirme de que me conoces?

Sara Flechero, quien se habia labrado una brillante carrera como periodista pese a su corta edad gracias a su habilidad para manipular a sus allegados y a su extraordinario talento ante las camaras (hubo un tiempo en que soñaba con ser actriz), y que nunca dejaba entrever sus autenticos sentimientos, se volvió hacia el joven de aspecto preocupado que la habia seguido hasta allí y fijó por unos segundos la mirada en sus ojos:

-Supongo que tendré que contarte lo que sé, aunque te advierto que no es mucho... hace poco que yo misma he empezado a recordar...

-¿A recordar que? ¿Que está pasando aqui? ¿Por que motivo te has colado en el piso de Sonia?.-Arturo se paró a coger aire, pues habia muchas más preguntas a las que necesitaba respuestas.

-A recordar nuestro hogar, Arturo... a recordar las Tierras Grises.

Un relampago de reconocimiento cruzó la mente del confuso joven al oir ese nombre, pero por más que intentaba recordar donde lo habia oido antes era inutil... el recuerdo se le escapaba.

-Lo primero que debes saber es que hay más como nosotros... Mi camara, por ejemplo: Ivan Martin es también uno de nosotros, aunque él tampoco recuerda todavia demasiado... sin embargo, creemos que se trata de un proceso paulatino, que poco a poco recobraremos todos nuestros recuerdos para poder llevar a cabo nuestra misión...

Por muy raras que hubieran sido las cosas hasta entonces, Arturo no estaba dispuesto a creer toda aquella sarta de locuras sin más. Su hogar habia estado siempre allí, en Zaragoza, y lo de que hubiera otros como ellos, de otro mundo, u otra tierra, o lo que fuera, sonaba a charada pseudo-mistica:

-Ahora me dirás que somos enviados de otra galaxia para salvar el universo, ¿No?

Sara sonrió ante la comprensible incredulidad del muchacho. A ella misma le habia costado convencerse de la realidad de los sueños que la habian acosado desde hacia varios meses y a punto estuvo de ir a un psicologo para comprobar que es lo que iba mal en su cabeza, de no haber sido por Ivan...

-No, Arturo. Estamos aqui para salvar UN universo, pero no este, y si te paras a recapacitar te darás cuenta de que no te estoy contando nada que no sepas...

En ese momento una figura echa de la oscuridad que puebla nuestras pesadillas surgió a la velocidad del rayo de la pared frente a ellos. Sus brazos no acababan en manos, sino en afiladas cuchillas, y su rostro se asemejaba más a un ave de rapiña que a un ser humano. Debia medir cerca de dos metros y medio, y ninguna vestimenta cubria se deforme pero musculoso cuerpo.
Durante un segundo que pareció expandirse durante varios minutos ninguno de los tres ocupantes de la habitación hizo el menor movimiento.

-No... tan pronto no... .-Murmuró Sara, el rostro blanco como la nieve mientras miraba fijamente a la monstruosa aparición

Y entonces, con una rapidez imposible de asociar con su tamaño, el ser se abalanzó sobre Arturo...

Que, va quedando interesante? Espero que si, que la intención es esa XDDD, Ala, a ver si mañana acabo el primer capitulo :P (Aunque no prometo nada).

Mata ne!!!

4 comentarios:

Key dijo...

Ahhh!! estas obligado a acabar el capitulo ya!!! porque yo lo digo!! jajaja, que bueno se esta poniendo esto.

Wargo dijo...

Bueno, me alegro de que el relatillo vaya gustando a los pocos que lo leen (espero que todas las criticas positivas no sean unicamente por ser amigos :P). Lo cierto es que estoy intentando hacerme un croquis de como irán las cosas de ahora en adelante y de acunta extensión tendrá... pero no me sale XDDD, asi que cuando termine terminara, y a otra cosa XDDD

Mata ne!!!

Anónimo dijo...

Te está quedando bastante bien para ser tu primer relato. Manejas con bastante soltura el lenguaje, describes de manera correcta (concisamente pero es un relato corto después de todo) las situaciones y los personajes están bastante bien retratados. Quizás los giros argumentales son demasiado bruscos para mi y , la mezcla realidad-fantasía me resulta extraña, pero por lo demás bastante bien.
Sigue con ello; la práctica perfeccionará tu arte.

Wargo dijo...

Bueeeeno, al fín una critica aprovechable para poder mejorar XDDD (asias Sei). Totalmente de acuerdo con que las descripciones son demasiado concisas (y fijate que siempre se me han dado mejor que los dialogos...) pero no es mi primer relato, que ya habia escrito unos cuantos (más cortos, eso si). Lo de los giros bruscos puede deberse a la improvisación, que según me va mejor o peor escribo una cosa u otra, pero eso son dos puntos que pretendo solventar cuando lo reescriba... respecto a la mezcla realidad-fantasia... aún va a resultar más extraña (pero en esta ocasión esa es la idea, asi que no es tanto fallo de redacción como de idea, si acaso :P).

Mata ne!!!