8/03/2006

"Las Tierras Grises" (New Title) Y van 3...

Voy embalao XDDD:


Cuando Arturo despertó lo primero que pensó fué que su madre, por primera vez desde que tenia uso de razón, se habia olvidado de despertarle para comer. Extrañado bajó al comedor y vió la nota que habia sobre la mesa. Preocupado, se apresuró a leerla.

- "Tu padre y yo hemos tenido que irnos a Barcelona al funeral de tu tio Sebastian. No hemos querido despertarte porque ultimamente me duermes muy poco. Llamaremos cuando lleguemos a casa de tu tia. Tienes la comida y la cena en la nevera, pero seguramente nos quedaremos allí hasta el lunes, asi que tendras que hacerte la comida los otros dias.
Cuidate.
Mama"

Hablando de cosas extrañas... esto si que era nuevo. Para empezar no recordaba tener ningún tio llamado Sebastian. Además el comportamiento de su madre no encajaba con su forma de actuar habitual. Lo normal habria sido que le despertase nada más enterarse de la noticia para que preparase la maleta y se fuese con ellos.
Pensando que estaban sucediendo cosas demasiado extrañas en su vida, pero con la certeza de que no habia nada que pudiera hacer para cambiar los hechos, fué a la cocina y abrió la nevera para sacar su cena, dado que eran cerca de las nueve de la noche, y aunque estaban a mitad del verano y todavia no se habia puesto el sol, no le pareció apropiado comer a esas horas. Además, asi se ahorraba un sesión de cocina al dia siguiente.
Cenó en el salón mientras veia el telediario, sin prestar mucha atención a las noticias, que dicho sea de paso eran bastante frivolas y dejó el plato y los cubiertos en el lavavajillas.
A las diez llamaron sus padres desde Barcelona, y aprovechó para tratar de indagar sobre su extraño comportamiento. Su madre le explicó que le habia oido trastear por su cuarto hasta muy tarde, y como sabia que no le gustaban los funerales (como si pudieran "gustarle" a alguien) y apenas conocia a su tio, pensó que seria mejor dejarle descansar. Ademas "...ya eres mayorcito y creo que podemos confiar en que la casa siga en pie cuando volvamos". Arturo se tranquilizó bastante y se autoconvenció de que realmente no habia nada de raro en ello.
No obstante, seguia sintiendose muy inquieto, asi que decidió darse un paseo hasta el centro de la ciudad. En momentos así echaba de menos tener un grupo de amigos con quienes salir de fiesta, pero quizas fuese mejor estar solo para aclarar sus pensamientos. Seguia pensando en la conversación de la noche anterior con "Sicario". Una y otra vez le volvia a la memoria la frase con la que se habia despedido: "que tengas dulces sueños, con hermosas pelirrojas"... no recordaba haberle descrito a la chica en cuestión, pero habia sido una conversación realmente larga, y él estaba muy cansado. Además, ¿como si no podia haberlo sabido?. Por muy intuitivo que fuera su amigo era imposible que adivinase un detalle como ese...
Enfrascado en estos pensamientos, no fué consciente de la ruta que estaba siguiendo hasta que se halló frente al portal en el que habia visto a la chica pelirroja la mañana del dia anterior. Preocupado por el poco control que ejercia sobre su subconsciente siguió andando hasta el parque que habia al lado del edificio y se sentó en un banco a disfrutar del aire fresco de la noche.
Su mente volvió a darle vueltas a su unico encuentro, y a la cadena de reacciones contrapuestas que habia desencadenado en su interior. ¿Seria eso amor? Pese a que todo parecia indicar que si, seguia sin creerselo del todo. Bien era cierto que la chica le habia marcado profundamente con tan solo verla una vez. Pero Arturo nunca se habia enamorado (más alla de algunos encaprichamientos pasajeros propios de la edad) y siempre habia sido muy cinico con respecto a ese tema. Asi pués, creia que no era amor... pero entonces, ¿que era?. Sabia que no la habia visto nunca antes de aquella mañana, pero algo en su interior no dejaba de repetirle que se conocian desde hacia mucho tiempo.
Tan inmerso estaba en sus meditaciones que el pelotazo le pilló totalmente desprevenido. Afortunadamente la pelota era de goma y venia con poca fuerza, pero le dió de lleno en la frente, lo que le sacó instantaneamente de su estado semi-autista.
Levantó la mirada esperando encontrarse algún matón aburrido con ganas de sacudirle (no seria la primera vez), y se quedó boquiabierto al encontrarse su mirada con esos ojos verdes que desde hacia poco más de 24 horas se habian instalado en su cabeza de forma permanente. El cruce de miradas pareció prolongarse una eternidad, sin que Arturo pudiera decir nada, hasta que el enorme San Bernardo echó sus peludas patas delanteras sobre su regazo, intentando recuperar la pelota y causando un daño considerablemente mayor que esta.
La chica se adelantó para sujetar al peligroso can con la correa antes de que causara más estragos.

-Perdona, Wiquet no es agresivo, solo un poco juguetón... pero con su peso suele hacer daño a la gente.

-No pasa nada, no me ha hecho daño.- Mintió Arturo.

-¿No nos hemos visto antes?

¡Se acordaba de él!. Una extraña calidez inundó a Arturo y subió un par de tonos el color de la piel de su cara. Intentando calmar los desacompasados latidos de su corazón trató de contestar con aparente calma, fracasando estrepitosamente:

-No... ¡Si!,Quiero decir... ayer por la mañana...

-Ah, si! El repartidor de propaganda!

-Eeeeh... si...

-Oye! No te lo tomes a mal. Es un trabajo como cualquier otro, no?

-Bueno, la mayoria de la gente nos ve más como una lacra que habria que erradicar.

La rojiza melena se agitó sobre los hombros de la chica cuando, como por arte de magia, la cristalina risa surgió de sus carnosos labios.

-Exageras

-No, en serio, a veces creo que el trabajo de terrorista suicida está mucho mejor visto.

-¿Te han dicho alguna vez que eres muy gracioso?

Arturo hizo un esfuerzo por recordar todos los epitetos con los que la gente se habia referido a el durante sus 20 años de existencia, y encontró varios que resultaban semejantes, aunque dichos en un tono mucho más ofensivo.

-No con esas palabras.

-Pues lo eres. Por cierto, me llamo Sonia, y tu?.-Durante la coversación la chica habia decidido sentarse a su lado en el banco y volver a soltarle la correa a Wiquet, que en esos momentos trotaba por el parque buscando la valiosa pelotita de goma con un parecido más cercano a un tren de mercancias que a un perro.

-Arturo... encantado.-La chica (Sonia, se llamaba Sonia... ¿Podia haber un nombre más perfecto que ese?) le dió dos besos en las mejillas y se recostó comodamente en el banco.

-Es curioso, pero ayer por la mañana, cuando te ví, también tuve la impresión de conocerte de antes... ¿Seguro que no nos habiamos visto en otro sitio?

La pregunta era exactamente la misma que Arturo se habia estado haciendo toda la noche, pero el que ella también se la hubiese planteado daba un nuevo giro a la situación... Estaba seguro de que en aquel encuentro la casualidad habia tenido poco, si no nada, que ver. No obstante no podia plantearle a una chica que acababa de conocer esos pensamientos sin quedar como un lunatico, asi que intentó mantener la conversación dentro de lo trivial:

-Totalmente seguro, creo que te recordaria...

Una sonrisa medio timida medio descarada afloró en el rostro de Sonia y Arturo olvidó todos sus recelos en el acto.

-Vaya con el repartidor, si va a resultar todo un adulador...

Otros dos tonos extra dieron fé de que el comentario habia hecho diana. Arturo se concentró en calmarse un poco. No estaba acostumbrado a perder de esa forma el control sobre si mismo, y la experiencia resultaba a un tiempo turbadora y agradable.

-Perdona, no queria sonar tan baboso.

-¡No!, Si no me has molestado. De hecho, a mi me pasa igual... Te sonará un poco raro, pero aunque no nos hayamos visto antes me siento como...

-¿Si nos conocieramos desde hace mucho tiempo?

-¡Exacto! ¿No te parece rarisimo?.-Apartó los ojos de Arturo y se rió, como si se tratara de una broma privada, pero a Arturo no la engaño: se trataba de una risa nerviosa, que trataba de relajar la tensión del momento.

-No. Bueno... me parece muy raro, pero... no se como explicarme. Es como cuando ves una pelicula de fantasia, todo es muy extraño, pero a la vez es como debe ser...

Sonia le miró directamente a los ojos, y en ese momento estuvo casi convencido de que podia leer claramente sus pensamientos... Pero la sensación pasó rapidamente. Nuevamente una sonrisa suavizó sus rasgos y cuando habló fué para cambiar radicalmente de tema:

-En fín, Arturo, ha sido muy interesante conocerte... pero he de volver a casa antes de que mis padres se preocupen.

-Ah, claro... no me habia dado cuenta de la hora que es.

-Pero me gustaria que quedaramos algún dia para seguir hablando.

Ahora la cara de Arturo parecia un tomate maduro, afortunadamente para él, la farola más cercana no llegaba a iluminarle directamente.

-Eh... por supuesto... me encantaria...

-Vale, entonces ya nos veremos.

-Si.

Sonia se levantó del banco y llamó a Wiquet para ponerle la correa. El San Bernardo acudió a regañadientes, sabedor de que su tiempo de esparcimiento se terminaba. Tras volver a ponerle la correa, se volvió hacaia Arturo y le preguntó:

-¿No deberias pedirme algo antes de que me vaya?.

¿Le estaria pidiendo que la invitara a salir? No podia ser... era demasiado pronto, ¿no?. Aunque por otro lado parecian tener una conexión muy intima... ¿Deberia...?

.-Va a ser dificil que nos llamemos si no tienes mi numero de telefono, ¿No?.-Sonrió ella con picardia.

-Ah, claro!

Tras intercambiar sus respectivos numeros de movil se despidieron con otros dos besos y Sonia se encaminó hacia su casa arrastrando como buenamente pudo a Wiquet, logrando evitar que castrase a Arturo con una de sus muestras de cariño (aunque no pudo impedir que le dejase la cara chorreando babas), mientras Arturo miraba desde su banco como su figura se hacia cada vez más pequeña.

Volvió a casa como en una nube, sin poderse creer su buena suerte y apartando de su mente todas las dudas que le habian asaltado con anterioridad y una vez en su cuarto se conectó nuevamente al chat para contarle las buenas nuevas a "Sicario", convencido de que estaria conectado. Al fín y al cabo, desde que lo conocia nunca habia faltado una sola noche a su ración de "vicio" por internet. Pero aquella noche no le encontró. Otra señal de que estaba ocurriendo algo extraño...
Bastante preocupado por la ausencia de su amigo decidió revisar su correo. Poca gente tenia su dirección de correo electronico, por lo que no solia mirarlo asiduamente, salvo para eliminar la publicidad una vez al mes, pero en aquella ocasión encontró lo que esperaba: Un mensaje de "Sicario17". Con ciertas dificultades debido a los temblores que recorrian su cuerpo (estaba más preocupado de lo que se imaginaba) y que afectaban a la mano con que manejaba el ratón, abrió el mensaje de correo.

Volvió a releer el mensaje por decima vez, esperando encontrarle algo de sentido en esta ocasión. Llevaba más de media hora frente a la pantalla del ordenador y tenia ganas de ir al baño, pero temia que sus piernas no le sostuvieran si trataba de levantarse, así que siguió dandole vueltas al misterioso E-Mail.

"Para: Yandros@Hotmail.com

De: "Sicario17@e-milio.com

Asunto: Ha comenzado.

Mensaje:

Mi tarea ha llegado a su fín, al menos por el momento. Ya has encontrado a la más importante, ahora solo tienes que encontrar a los otros seis, pero recuerda: Se te está acabando el tiempo.
Lamento mucho el haber tenido que mantenerte engañado hasta ahora, pero no tenia opción. se que te las arreglarás bien sin mi ayuda, no obstante seguiré vigilando mientras siga con vida. Estate atento a las señales.

Melquiades de Zahoria. Sirviente de la 8ª Casa



Ala, se acabó por hoy. El proximo dia más.

Mata ne!!!

P.D: Al final el relato va evolucionando hacia la fantasia heroica el solito, que ilu!!! (No me sentia preparado para escribir un relato cotidiano sin aburrir hasta a las piedras XDDD)

1 comentario:

Key dijo...

¡Wow! Tanto que lees, al fin a dado frutos, sigue por ahi, me gusta, me gusta!!

Zafiro